jueves, 13 de junio de 2013

ANDANZA N. 288. NO SOY MONICA BELLUCCI


No soy Mónica Bellucci. Me diréis si he descubierto la sopa de ajo, que ya os habéis dado cuenta. Ultimamente me flagela esta idea. Veo que  muchos de mis amigos (algunos asquerosamente jóvenes) adoran a Mónica Bellucci. Creo que si fuera hombre estaría enamorado de Mónica Bellucci. Creo que si fuera lesbiana estaría enamorada de Mónica Bellucci. Es más: creo que me gusta Mónica Bellucci. Tiene algunos años más que yo, ¿dónde presento una reclamación?
Un querido amigo mio dice que ella es voluptuosa y sexual, más que sensual. Me dejó tan sorprendida que no alcancé a entender bien el significado profundo de esta frase. O sea. ¿que sirve para un polvo, perdón, pero puede cansar en demasía? ¿Es mejor ser sensual que sexual? ¿Son conceptos antagonistas o pueden complementarse? ¿Qué prefiere un hombre hetero? Esta noche se lo pregunto porque me noto en un sin vivir.
Otra amiga me dijo que no me preocupara, que me buscara un entrenador personal, me hiciera unos cuantos líftings y me pusiera botox o partículas de oro, que es lo más “in”. Y sería como Mónica Bellucci. Pero me da que no, porque no sé poner esos morritos, ni ladear la cabeza, ni puedo tener una larga melena negra; mi pelo crece a lo ancho, el muy rebelde. O sea que mejor no lo pruebe, a ver si me voy a quedar con el morro torcido y hablaré como... Bueno, ya sabéis.
Tampoco soy Demi Moore, que tras el fracaso de su matrimonio con el yogurín se ha liado con otro. Olé sus ovarios. Y se desmelena en la pista de baile con un mono cortito cortito, escotado, oh yeah, que me quiten lo “bailao” que luego, cuando me entre la “depre” y beba para olvidar, me iré a desintoxicar a la clínica más de moda de Hollywood.
Ni soy Madonna, ni Jennifer López, ni la señora Robinson. Querid@s, no me digáis ni falta que te hace porque tengo espejos en casa y de cerca veo PER-FEC-TA-MEN-TE, la única ventaja de ser la versión femenina de Rompetechos, que las gafas de cerca de momento no las necesito... Ayyyy qué lastimica....

martes, 11 de junio de 2013

Andanza n. 244. NECESITAMOS UN HOMBRE

La televisión ha hecho “ploff”. Bien, no es así exactamente, pero un día un canal se quedó con un ruido de fondo muy molesto. Concretamente fue TV3, no sé si alguien lo sabotearía. Mi madre montó en cólera porque le gustaba ver a los vecinos dando la previsión meteorológica, explicando lo que ocurre por el mundo, o en qué temporada puedes comprar el mejor boquerón. No es por motivos ideológicos, que conste (Qué mala suerte, un mes antes el calefactor tampoco hizo “ploff” sino que directamente dejó de encenderse) Mi madre se acostumbró a ver los telediarios y las series de cierta cadena y los concursos de otra y echaba poco en falta ya nada. Pero hará cosa de tres días, una de estas cadenas empezó a perforarme el tímpano con el dichoso y mismo ruido bien conocido. Y ayer ya fue el presentador preferido de mi madre, y esto la pobre no lo pudo suportar. Total que decidimos que necesitaba una tele nueva, pero por más que le insistía yo, ella no daba el paso de ir a la tienda. Hoy he sabido la razón. Volvía yo de comprar ropa interior para mis sobrinos cuando, de pronto, por la otra acera oigo una voz familiar que me llama. Era mi cuñado José Ramón con mi madre. Me hacían señas que fuera con ellos a la tienda de electrodomésticos, bendito sea el Señor, dejaré de oír el zumbido de mosca c... Mi madre me suelta: como sabia que te encontraríamos porque ibas a ver a Lourdes, he aprovechado que tu cuñado está libre para que nos acompañe. Es que los hombres saben más de ésto, alegaba. Total que hemos ido los tres (José Ramón armado con la cinta métrica que utiliza mi madre para medir sus labores de punto) a elegir el electrodoméstico. Realmente mi cuñado ha sido muy preciso midiendo las pantallas de los televisores (mi madre decía por lo bajinis: ves cómo necesitábamos a un hombre. Y yo, sí sí, lo que tu digas) Como José Ramón no se ha quedado muy conforme la yaya le ha dado la llave de casa no fuera que luego el televisor no entrara o quedara demasiado pequeño. Hechas las segundas comprobaciones, hemos elegido modelo. Perfecto. El lunes tendremos televisor nuevo, bieeeeeen. Por cierto, aprovechando que la  nevera empieza también a parecer un abejorro, hemos echado una mirada a las neveras y combis. Mi madre estaba mirando las que señalábamos mi cuñado y yo y ha sentenciado: no caben. El ha sacado de nuevo la cinta métrica, 1.69 (hala, mide lo mismo que y) Sí, yaya, decía el hombre, cabe. Mi madre negaba pero ante la comprobación y aseveración de mi cuñado, no ha dicho nada más. Al volver a casa, y en un momento en que no estaba ella, he medido la altura de la nevera. La de la tienda no cabía... Me han entrado ganas de decirle a mi madre  para qué servían los hombres según ella, pero me ha dado miedo su respuesta, aparte de poner a uno de ellos y a Cahuín, ejem... en evidencia

jueves, 6 de junio de 2013

Andanza n. 136. LA HECHICERA DE BATA BLANCA

Por mala suerte para mi (pero sobre todo, para mi hijo) he estado en contacto con multitud de profesionales de la medicina y psicología: pediatras, neurólogos, psiquiatras, psicólogos, neurocirujanos, pedagogos... De ambos sexos (aunque mayoritariamente mujeres) y de edades muy dispares, con lo cual tendría unas cuantas andanzas que contar, pero no todo el mundo te impacta de la misma forma, evidentemente. Hoy quiero hablaros de una psiquiatra que me pareció, más que doctora, una hechicera. Hace muchos años que sé que el hábito no hace al monje, pero reconozco que siempre tienes una cierta tendencia a pensar que por ocupar determinado cargo tienes que ser o aparentar "algo", no sé exactamente qué, pero sí algo que concuerde con lo que tu cabecita ha dado por imaginar. La psiquiatra de la que os hablo es una chica joven (o de apariencia juvenil), alta, muy alta y esbelta, pelo cortado no al uno pero quizás al dos y de un tono rubio pajizo. En sus orejas no había espacio para más pendientes, ni una gota de maquillaje, expresión dulce... Llevaba una camiseta informal y unos vaqueros que le arrastraban por el suelo, de pata de elefante casi. La bata desabrochada que, al andar, parecía una capa de una maga... Pero no fue esto lo que me descolocó. Me acuerdo que entramos en su consulta, hizo sentar a Albert frente suyo, colocó su cara a la altura de la del niño y le dijo: ¿quieres que hablemos un poquito? Yo me quedé en la retaguardia, a instancias de la doctora. ¿Hablar? El crío le "cascó" toda la angustia que llevaba dentro: que en el cole le pegaban, que le tiraban balonazos a la cabeza y al estómago, que los profesores le llamaban "mentiroso" (qué ojo clínico el de aquel docente,  la primera premisa, un asperger NUNCA miente) y enredón, que le empujaban por la escalera,,, Yo flipaba, y más que por lo que contaba el niño (y que su madre ya intuía) por la fluidez con que se estaba abriendo a una desconocida. Nadie le había sacado aquel secreto tan celosamente guardado y que él verbalizaba con una sencillez terrible, despojada de dramatismos... Salí de aquella consulta muy tocada, repito, tocada por lo que había contado Albert pero sobre todo, por la facilidad con que aquella chica que me imaginaba más tocando la guitarra en el barrio gótico que en un despacho de Sant Joan de Déu, supo sacarle toda su terrible experiencia... Y es que hay brujillas buenas, no lo dudéis...

miércoles, 5 de junio de 2013

ANDANZA N. 300. DONDE EL SENTIMIENTO TE LLEVE

Esta andanza no está dedicada directamente a mi amiga Carmen, aunque sobre ella podría escribir 1001. Ella es una “gata” de adopción, como yo. Carmen nació en Lanzarote y no ha perdido ni un ápice de su dulce acento, ni del apego a su tierra. De ella hablaré en otra ocasión, pero hoy quiero referirme a dos episodios muy duros de su vida y que me han hecho reflexionar sobre cómo reaccionamos los demás.
En muy poco tiempo, ha perdido a su madre y a su cuñada. De la misma cruel enfermedad. Su madre en noviembre, su lucha fue menos larga, pero la distancia le minó a mi amiga todavía más la moral. Mi mamá no quería que la lloráramos, explicaba con la voz rota. Que cuando muriera, nos fuéramos todos a almorzar y que sus cenizas reposaran en el jardín de mi hermano.
Su cuñada (demasiado joven) luchó años y años contra el cáncer. También tuvo esa terrible (o bendita) lucidez hasta el final. Todos creíamos que ganaría la guerra. Libró muchas batallas y siempre se levantaba. Valiente. La sentíamos inmortal. Nos equivocamos. El final la sorprendió en medio de un periodo de relativa calma.
Pero no era mi intención detallaros esto. Reflexionaba porque Carmen me llamó el sábado para darme el segundo fatal desenlace. Hablamos un buen rato, y luego le pasé el teléfono a mi madre. Ya sabéis que la abuela es más bien arisca, según se define ella misma (“a mi que no me magreen”) Tengo el peluche viejo al que tanto quiero, lo lavo, le esponjo la cabellera, le tejo un jersey nuevo de colorines, y ella me suelta: sigue estando hecho una mierda. Así tal cual, perdón por la palabra. Pues esa tarde vi transformarse a mi madre. Era una mujer dulce que consolaba a una persona en un trance duro.
Era otra persona, os lo aseguro. Parecía mucho más joven (a este paso, casi de mi edad, la j…), una expresión de ternura le suavizaba el rostro y la embellecía. Recordé una imagen vaga de una mujer menos castigada por la vida, más recompensada, con ganas de abrazar y jugar. Me pareció recordar  una pequeña Cahuín  que se dormía en brazos de la mami. La escuchó, le dijo las palabras justas (las que yo no sé decir nunca), la animó para que viniera a vernos. Le ofreció todo ese amor que sólo una madre sabe entregar (bueeeno, y también muchos papis) Cómo nos transforma ese sentimiento de empatía.
Hablaron muchísimo rato. Sentimos que nos pesa la edad cuando nuestros padres desaparecen físicamente; es como si toda la niñez se evaporara porque ya somos los mayores. No tenemos nuestros primeros puntos de referencia y toca ser siempre sensato, tomar las decisiones adecuadas. Da igual que tus padres tengan noventa años y que a veces se comporten como niños y coman a escondidas esos dulces tan ricos, pero se olviden el papel encima del mármol de la cocina. Siempre son tu fortaleza.
Al colgar mi amiga, hice visible al peluche. Me soltó: ¡eso es, acércamelo para que lo pueda tirar al contenedor ahora que el Ayuntamiento me lo ha puesto más fácil!

domingo, 2 de junio de 2013

Andanza n. 39. MI SANTA

Yo siempre me había quejado de mi nombre. Me daba mucha vergüenza, sobre todo cuando me llamaban en la consulta del médico; todo el mundo espera ver a una señora (lo digo por el nombre, que suena a antiguo) y se levanta una niña. El "culpable" fue mi padre, que le quiso hacer un homenaje a mi madre y me inscribió con este nombre. Y me pregunto yo, si antes nacieron dos hijas más...¿ por qué no les tocó el honor a ellas? Claro que, pensándolo bien, todavía tuve suerte porque mi madre nació el siete de febrero, día de San Ricardo, y en el año 1925 era común bautizar con el santo del día.. Gracias por existir, tía abuela Clotilde, por ti le pusieron el nombre a mi madre y a mi me libraste de tener que hacerme llamar Richie, por ejemplo, que suena a chico y no es que tenga nada contra los hombres pero ya me he acostumbrado a mi sexo... Además, aunque mi nombre no es habitual, tampoco es tan raro. Una amiga mía me hizo una lista de posibles nombres peores que el mio y me animó. Y, como ya sabéis algun@s, mi santa me gusta mucho: no fue ni virgen ni mártir, que a mi esas historias de santos sacrificados en pos de la gloria me da mucha grima. Y encima era reina, y tuvo marido e hijos, vamos, como la mayor parte de gente. Por cierto, Clotilde significa "guerrero glorioso". Creo que lo de guerrera se me ajusta y lo de gloriosa.. Bueno, dejémoslo estar...

viernes, 31 de mayo de 2013

ENTREVISTA A PILI ARNAL LATRE. A Pili Arnal la conocí por casualidad, como suele pasar tantas veces. Y también como tantas veces sabes que hay un hilo rojo que te unirá a ella para siempre. Madre de familia numerosa, con dos hijos diagnosticados con TDAH. Hemos hecho un pacto: cuando seamos viejitas iremos a columpiarnos juntas al parque. Pili es valiente, risueña, abierta… Pili es hermosa. Por sus palabras la conoceréis..

1. Tu situación es bastante especial ... Tienes dos hijos biológicos con TDAH y una hija de acogida. ¿Cómo se viven estas dos historias?
Se viven con muchas dudas y miedos, por que cuando acogí a la niña ella tenía 5 años, Marcel 6 y Cesc 4.  Los niños ya estaban diagnosticados y en tratamiento, pero dada la urgencia del caso de Èrika no daba pie a dudas y la acogimos. No ha sido fácil, y desde el primer momento decidimos ser una familia, tanto si la acogida duraba un mes como toda la vida, y pienso que fue una decisión acertada.
2. ¿Como te cambia la vida el diagnóstico de tus hijos?
La vida me cambia totalmente, yo tenía una imagen "idílica" de mi faceta como madre, llevar a los niños de la mano, que los llamara y vinieran, y la realidad era… Salir de la escuela y encontrarte a  uno de los niños encima del techo del coche y el otro corriendo hacia la carretera;  no podíamos ir a lugares donde peligrara su integridad física, eran "super hiperactivos"…  Me sentía como una inútil, la peor madre del mundo. Cuando nos dieron el diagnóstico tuvimos mucho miedo, debían de medicarse y esto para cualquier padre es muy duro. Pero empiezas a confiar en los profesionales, buscar información, leer sobre el tema y poco a poco vas aceptando lo que hay.
3. ¿Como compaginas el trabajo, la familia ..?
Uffff, como cualquier madre ... Como podemos.  tengo la suerte de tener un trabajo que me llena y disfruto; trabajo de lunes a viernes por las mañanas, soy trabajadora familiar del ayuntamiento de mi pueblo. Esto me ha ayudado a distraerme un poco, trato con personas mayores y me encanta hablar con ellos, que me cuenten historias ...Los escucho, reímos y lloramos juntos .... Cuando salgo del trabajo, a casa a comer y… ¡Venga !, la segunda jornada ... Fútbol, ​​música, gimnasio de Èrika, el trabajo de casa, el "feisbus", ¡hehehehe! Me gusta hacer actividades en familia, aunque sólo sea un paseo o ver la tele, es una imagen que me encanta: todos peleándonos para sentarse en el sofá (ríe)
4. ¿Qué crees que es lo más duro de tener un hijo con necesidades especiales?
Yo diría, que todas las madres, desde el momento en que parimos (o acogemos) tenemos niños especiales, todas sufrimos y sufriremos por todo lo que les pueda pasar. Lo más duro para mí es ver que hay cosas que una sola no puede resolver, que no puedes estar a su lado, que son ellos los que tienen que despabilarse, o que simplemente, ya no me necesitan ... Si , se me hace muy duro que se hagan mayores ...
5.¿ Has pensado alguna vez en tirar la toalla?
Cada día mil veces, ¿¿¿ y quien no???? Sin embargo, no la puedo tirar nunca;  tengo un marido estupendo, 3 hijos maravillosos y un perro divino. ¡Si tiro una toalla, mi madre me aprovisionó de un magnífico "ajuar" que no acabaré nunca!
6. ¿Te hubieras imaginado sacar adelante una situación así?
Nooo, ya te he dicho que me veía como una supermami fantástica con unos niños angelicales… Mi situación, por suerte, no es tan grave.  De momento, no han tenido problemas a nivel de escuela, el tratamiento les funciona y la hiperactividad ha ido disminuyendo.  El día a día hace que vayas superando las angustias, eso si, he tenido mucha paciencia y la que me queda para superar la adolescencia que es lo que ahora me tocará .... Yo no tengo la sensación de tener una situación más complicada que cualquier otra madre, creo que he hecho mi papel lo mejor que he podido, siempre intentando parecerme a la gran madre que tuve y espero que ellos así lo hayan sentido.
7. ¿Qué cosas te hacen rebelarte?
¡Uffffff! Las injusticias de todo tipo. Ver personas que sufren a nivel económico, que ataquen nuestros derechos, que la gente se suicide por no ver una salida para los suyos, que ataquen la educación de mis hijos, mi lengua, mi país, que las personas con cualquier tipo de enfermedad no tengan ninguna ayuda, que exploten al que trabaja, que nos roben, que cualquier aproveche de otro, que nos recorten las libertades, que el "vive y deja vivir" no tenga sentido en esta sociedad. .. La gente que sufre, por cualquier causa, me hace indignar, que el dinero hayan acabado con nuestra sociedad;  por desgracia, no pararía ....
8. ¿Qué haces para relajarte, aparte de escuchar canciones de otras épocas? (jijiji)
Jaja,  lo de la música vintage es fenomenal para airearte. Me escapo a otros lugares, personas, la melancolía es un estado en el que me encanta estar, me gusta mucho leer novelas de intriga ... e intentar adivinar quién es el asesino. Caminar… ¡feisbuquear un poco! Gracias a ello, he vuelto a coincidir con personas que han estado conmigo en algún momento de mi vida, y he conocido a personas, que creo que quedarán en ella, tales como TU, Javier (Lozano)y otros. Coincidir en gustos musicales contigo me hizo mucha gracia, no sólo soy rara yo, hahahaha
9. ¿Donde has encontrado más apoyo?
En mi marido, ha sido una lucha de dos. La familia, una vez entendido y aceptado el "problema" siempre han estado con nosotros,mi hermana Sussi especialmente, les hace un poco de mamá, mis otros hermanos… Tengo una hermana y un hermano y junto con sus familias son unos 10.  Mis cuñados Rosa y Jaume han tenido también una gran paciencia ... Elena que es mi prima pero como si fuera una hermana, con su experiencia y alegría ... El dr. Villar y su equipo del CSMIG de Manresa, por su humanidad y confianza;  la escuela San Jorge y el excelente equipo de profesores que han puesto todo y más, a los amigos que me han acompañado durante este camino, que han hecho que fuera un poco más llano ... ¡Aprovecho para dar muchísimas gracias a todos, la familia que tengo es gracias a ellos!
10. ¿Como  haces para no perder nunca esta sonrisa maravillosa que tienes?
Siempre intento no dejar de sonreír, siempre hay un buen motivo para hacerlo, la familia, los amigos ... Tengo mucho sentido del humo,  procuro ver siempre, el lado alegre de la vida. Pienso que sin una actitud positiva, mi día a día sería bastante más difícil ... ¡Tú con esta pregunta, me has hecho sonreír y eso es muy bonito!