miércoles, 15 de mayo de 2013

ANDANZA N. 110. LOS GENERICOS

  
       
He tenido a mi madre, en un sin vivir. Bueno, no por mi culpa esta vez, jaja... La pobre anda un poco preocupada desde que le cambiaron las cajitas de las pastillas. Ella toda la vida había tomado un protector de estómago y un paracetamol con nombre y apellidos y ahora se lo han quitado. Tiene un pequeño desconcierto, mejor dicho, un ligero cabreo, porque ella se lo anota todo y así no le pasa como a mi, que una noche me equivoqué de pastillas y me tomé las que me tocan por la mañana. O sea, engullí dos veces la pastilla para regular las tiroides, la hipotensora y el protector y me dejé la simvastatina y el relajante muscular. El resultado fue nefasto porque me puse doblemente como una moto (por exceso, 200 mg de levotiroxina o como se llame, y por defecto, nada de alprazolam) y a la vez me sentía mareada y con el corazón como un tambor. Lo solucioné tomándome el alprazolam y un narcótico para intentar estar bien drogada y dormirme de una puñetera vez y claro, al día siguiente, me levanté con la cabeza algo turbia. Ayyyy, pero tenía que hablar de mi madre... Pues resulta que le han recetado el paracetamol en pastillas (porque los sobres tienen algo de sodio y suben la tensión) y como se traga dosis de este medicamento como si fueran caramelos de menta, pues por la noche le resulta algo indigesto. Y esto enlaza con lo peor de todo:  le han quitado su protector de estómago marca registrada. Ya lo dice ella: a mi no me pueden dar cualquier cosa porque me matan en dos días. Yo la he intentado convencer: mira, al "Papitu" (que no es un canario, sino un conocido nuestro que está muy malito, el pobre) le dan genéricos y los achuchones que le cogen no es por culpa de ésto. Pero mi madre es difícil de convencer, total, que he ido a ver a Vanesa (ya os he hablado de ella a veces, es un encanto que hasta socorre a Pere cuando se me cae por las escaleras del ambulatorio pegándose un coscorrón en la frente y un latigazo cervical) y le he dicho, Vanesa, tu ponle el protector de marca a mi madre si te lo permite el ordenador o, en su defecto, me das un coscorrón en la cabeza por tonta porque mi madre me asegura que al vecino le dieron lo que él pidió porque se puso farruco. Por suerte, el ordenador y Vanesa están de mi parte y le ha dejado entrar el nombre mágico y por lo menos, hasta dentro de 28 días, mi madre estará fuera de peligro por culpa de los puñeteros genéricos, jope, si es que todo está en contra…

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